Todas las claves de estilo para combinar los collares más potentes de nuestro joyero.

Menos es más, ya lo dijo Cocó Chanel.
Hagamos caso a las expertas en la materia.


“Antes de salir de casa, mírate al espejo y quítate un accesorio”, solía decir Cocó Chanel sobre su forma de entender la elegancia. Icono de estilo y de sofisticación francesa en sí mismo, ella es la mujer que nos liberó las manos con sus bolsos con cadena y por la que adoramos los jerseys marineros. Si la diva de la firma hubiera escrito un libro de estilo, seguro nos habría dicho que con un collar era suficiente para ir bien vestidas a cualquier lugar. 


Para ser una maestra de la moda como lo fue la diseñadora de una de las casas más célebres de costura en todo el mundo, abrazar el estilo sencillo es clave. Esto no quiere decir que no podamos escoger joyas de nuestra devoción que llamen la atención. Hoy nos centramos en los collares, esas maravillosas piezas que pueden sofisticar un look de camiseta blanca y vaqueros, alegrar un jersey de cuello cisne o marcar las clavículas llevándolos con un top sin mangas. Si apostamos por una de estas piezas, y para no tenernos que quitar los pendientes, como diría Coco Chanel, podemos relajar el resto del estilismo.

Nuestra colección de pendientes sencillos pero sofisticados es la mejor a la hora de conseguir el efecto elegante deseado, sin sobrecargar el estilismo. Para un collar de perlas ancho –entre los favoritos de Chanel–, que destacará sobremanera por encima de un conjunto negro, es ideal escoger pendientes diminutos de botón que tan solo aporten un destello de luminosidad a nuestra mirada. Sin estridencias de más, por supuesto.


El mismo caso se da para cadenas doradas al más puro estilo Chunky o para collares con diamantes o piedras brillantes que queramos incorporar en nuestra vestimenta diaria. Con estos últimos hay que guardar especial atención para no recargar un look de día en exceso: los colores neutros, y las prendas de líneas rectas, básicas y sencillas, serán nuestros mejores aliados.